
Hielo, descanso, comprensión y elevación ha sido el tratamiento habitual para el dolor muscular debido a la práctica deportiva desde hace años. Más precisamente desde 1978, cuando el Dr. Gabe Mirkin, especialista en medicina deportiva, describió el procedimiento en su best seller Sportsmedicine Book.
Sin embargo, el mismo Dr. Mirkin anunció meses atrás que este procedimiento ayuda a aliviar el dolor al detener la inflamación, pero que en realidad podría retrasar la recuperación de la zona afectada.
“La inflamación es importante, porque es la primera etapa de la curación,” indica el Dr. Mirkin, que también es un avezado deportista que ha participado en más de 40 maratones.
El Hielo Y Los Antiinflamatorios Retrasan La Recuperación Muscular
El hielo actúa bloqueando una hormona que dispara la respuesta inflamatoria, pero al mismo tiempo retrasaría entre 12 y 24 horas la recuperación total del músculo.
Pero no solo el hielo puede afectar la curación de tus músculos adoloridos, sino también los antiinflamatorios. A diferencia del hielo, los antiinflamatorios no solo retrasan la recuperación muscular, sino que incluso podrían agravar el cuadro.
En ciertos casos, los antiinflamatorios podrían aumentar la inflamación y producir más daño al impedir que el músculo se adapte al entrenamiento.
Esto es debido a que el uso prolongado de antiinflamatorios, como el ibuprofeno, afectan el colon y conducen a que ciertas bacterias pasen al torrente sanguíneo e incrementan la inflamación.
Movimiento Y Comida Adecuada Para La Recuperación
Quienes hacen deporte ocasional pueden beneficiarse del tratamiento con hielo, desde el punto de vista de una recuperación más confortable. Una demora de 12 o 24 horas no afecta a quienes no necesitan ser competitivos.
Sin embargo, los atletas y deportistas que siguen un programa de entrenamiento estricto, deben buscar otra opción para acelerar la recuperación y al mismo tiempo evitar los inconvenientes de las píldoras.
Esa opción es la de mantenerse en movimiento. Por ejemplo, si las piernas duelen después de un largo entrenamiento para una maratón o una sesión de sentadillas intensa en el gimnasio, regresar a casa a descansar en el sofá no es la mejor manera de apresurar la curación.
En lugar de ello es necesario comenzar un descanso activo, realizando un ejercicio de intensidad baja que no llegue a estresar los músculos afectados. En el caso de las piernas, se puede tratar de una caminata a velocidad media, o unos largos de natación.
De esta manera se consigue que la sangre se mantenga en circulación en la zona afectada, transportando oxígeno y todos los agentes que participan en la recuperación muscular.
Comer de forma adecuada también acelera la curación. Los flavonoides presentes en frutas y vegetales ayudan al cuerpo a recuperarse mejor de las inflamaciones y del estrés oxidativo producto del ejercicio intenso.
Los hidratos de carbono también ayudan al cuerpo a acelerar la recuperación. Ingerir una cantidad adecuada de carbohidratos antes de un entrenamiento en el gimnasio o durante un ejercicio de largo aliento, como por ejemplo una carrera de fondo, no solo nos carga de energía sino que permiten comenzar la recuperación de inmediato de manera natural.
